Dime qué haces,
pero sobre todo cómo lo haces.
Olvidarme, digo.
Apartarme de tu vida,
y de tu día a día,
de todo lo que tiene que ver contigo,
conmigo.
Explícame cómo consigues no echarme de menos,
cómo obligas a tu cabeza a no recordarme,
a no recordarnos.
Cómo fuerzas a tu corazón a no sentir.
Explícame el cómo, el cuándo y el porqué de todo esto.
Cuéntame qué tal te va,
si has vuelto a ser feliz,
si has vuelto a querer a alguien así.
Cuéntame qué fue lo que te hizo volver,
para volverte a ir.
Cuéntame qué cuentas cuando te preguntan por mí,
cuéntame lo que sea,
cuenta hasta a mí.
Háblame de en qué momento nos perdimos,
y me perdí,
y también a ti,
y tú te alegraste de ello.
Háblame de por qué no hablamos,
y de quién fue la idea,
pero sobre todo de cómo consigues hacerlo.
Enserio,
que alguien me explique,
me diga
o me cuente
por qué tú sí y yo no.
Por qué aún sigo mirándote de reojo,
de frente,
de lado,
y hasta con los ojos vendados.
Ven,
hagamos un trato,
o un trago.
Te cambio tus sí por mis no,
porque ahora que lo preguntas,
o me lo pregunto,
sí, te quiero.
A ti.
Pero mucho más a mí.
Y por eso
Pero fuera,
de mí,
del todo.